jueves, 24 de marzo de 2022
La pobreza de Leonor Pérez Cabrera, la madre de José Martí. (Parte VIII)
miércoles, 23 de marzo de 2022
La pobreza de Leonor Pérez Cabrera, la madre de José Martí. (Parte VII)
Después de dos años, que doña Leonor Pérez llevaba trabajando para el Gobierno Interventor americano, y un año de haber muerto tres de sus hijas casi consecutivamente, “en el mes de julio de 1901 es que algunos miembros de la Asamblea Constituyente, (…) tomaron el acuerdo de contribuir con un “luis” mensual de sus haberes, para donárselos a la madre de José Martí. Salvador Cisneros Betancourt, Gonzalo de Quesada, Enrique Villuendas y el general Lacret Morlot son los autores de la iniciativa. Enrique Villuendas, como secretario de la Convención acepta la encomienda de pasar la lista a los demás delegados. Un día de fines de julio la lista le es presentada al delegado Eliseo Giberga. Este indignado rehúsa la petición.
La pobreza de Leonor Pérez Cabrera, la madre de José Martí. (Parte VI)
sábado, 19 de marzo de 2022
La pobreza de Leonor Pérez Cabrera, la madre de José Martí. (Parte V)
jueves, 17 de marzo de 2022
La pobreza de Leonor Pérez Cabrera, la madre de José Martí. (Parte IV)
¿Era ridícula la cifra de $83.33 pesos oro americano de aquellos tiempos, que el Gobierno Interventor le concedió mensualmente a doña Leonor Pérez, hasta su muerte a la edad de 79 años?
¿Qué diríamos de los $75.00 dólares del desglose de los $3 000 000.00 donados por los Estados Unidos, y que recibió una sola vez cada individuo (clase o soldado) del Ejército Libertador por entregar sus armas, convenido entre el Gobernador General norteamericano y Máximo Gómez? (1)
Tal vez, la cifra era ridícula si la comparamos con los $100 000 pesos en moneda americana que recibió Máximo Gómez antes de morir el 17 de junio de 1905, y la prensa oficialista marxista niega que dejara una fortuna personal, pero la hija Margarita entre 1928 y 1930 adquiriría en Calabazar una mansión de 18 cuartos, y entonces la Gaceta Oficial de la República, en edición extraordinaria publicaba que: Tomás Estrada Palma, Presidente Constitucional de la República de Cuba.
Hago saber: que el Congreso ha vetado, y yo he sancionado, la siguiente Ley:
Artículo 1º– El Ejecutivo entregará al general Máximo Gómez de los fondos no afectados del Tesoro Público, la cantidad de cien mil pesos ($100,000) en moneda americana.
Artículo 2º– Esta Ley surtirá sus efectos inmediatamente de ser publicada en la Gaceta Oficial de la República.
Por tanto: mando que se cumpla y ejecute la presente Ley en todas sus partes.
Dada en el Palacio de la Presidencia, en La Habana, a 16 de junio de 1905.
T. Estrada Palma, y Juan Rius Rivera. Secretario de Hacienda. (2)
A lo mejor los $83.33 pesos oro americano, eran ridículos si los comparamos a los $30 000 dólares posiblemente gastados en “la pirámide inmensa de coronas” durante el entierro del general Máximo Gómez efectuado a las tres de la tarde del jueves 20 de junio de 1905. (3) Continuará…/
Fuentes:
1.- Civil Orders and Circulars. Headquartes Division of Cuba. John R. Brook. Year 1899. No. 53
2.- Gaceta Oficial de la República de Cuba. 16 de junio de 1905.
3.- Diario de la Marina. Edición de la mañana. 20 de julio de 1905.
lunes, 14 de marzo de 2022
La pobreza de Leonor Pérez Cabrera, la madre de José Martí. (Parte III)
Viendo la hambruna, y la situación espantosa en que quedó el país, el Gobierno Interventor norteamericano, inmediatamente gestionó el suministro de alimentos a través del Departamento de Guerra enviando en total, 5.493.500 raciones cubanas, además de 1.000.000 de raciones gestionadas en los Estados Unidos por el filántropo Mr. Charles W. Gould, que fueron recibidas y distribuidas bajo la dirección de los comandantes generales de los departamentos del ejército.
Un favor a escopetazo. Con cuánta arrogancia y prepotencia el generalísimo Máximo Gómez, criticaba esta labor altruista dirigida principalmente a las víctimas, que no eran pocas, y no a los “incendiarios” de los bandos litigantes. “Hará cosa de ocho días se me presentó en Yaguajay míster Gould, con muchísimo aparato, yo le puse el punto a las íes, y esta es la hora en que este Cuartel General no ha recibido una sola ración de las tantas que diz que venían para el pueblo y las fuerzas”. (1)
Observen como la prensa oficialista de hoy en día manipula la cifra del haber anual de mil pesos oro americano, reduciéndolo con toda la intención en un sueldo de $83.33 mensuales para demostrar la pobreza de doña Leonor Pérez, sin ni siquiera mencionar el tipo de moneda, y menos la palabra oro. ¿Qué obligación tenía el Gobierno Interventor americano, encabezado por el general John R. Brook en concederle trabajo a una anciana de 71 años hasta los 79 en que murió, más allá de un gesto filantrópico? Pues veamos como sucedieron los hechos. (2)
Un mes después, el 24 de febrero de 1899, el Secretario de Agricultura, Comercio y Obras Públicas, el cubano Adolfo Sáenz Yánez, perteneciente al gabinete de John R. Brook del Gobierno Interventor americano, expidió un Decreto que se publicó en la Gaceta de La Habana de ese mismo día en que se consigna lo siguiente: “Habiendo manifestado la señora Lucía Iñiguez viuda, madre del difunto Mayor General Calixto García Iñiguez, que no podía aceptar por su avanzada edad, la plaza de Oficial Tercero de Administración, afecta al Negociado de Industrias y Comercio de esta Secretaría, para la cual fue nombrada con fecha 10 del presente mes, y habiendo solicitado la señora Leonor Pérez viuda de Martí, madre del patriota José Martí, un destino adecuado a sus circunstancias en este Departamento: vengo en dejar sin efecto el nombramiento de la señora Iñiguez y nombrar en su lugar a la señora Pérez viuda de Martí para la indicada plaza, cuyo haber anual es de mil pesos oro americano”. (3)
Este cargo lo desempeña hasta el 30 de junio de 1900, en que se le cesanteó, nombrándosele ese mismo día en otro de igual sueldo y similar categoría en el de Marcas, en la Sección de industria y Comercio, que fue el que desempañó definitivamente hasta su muerte ocurrida en esta capital el 19 de junio de 1907.
Quiere decir, que la madre de Martí estuvo percibiendo mensualmente $83.33 pesos oro americano hasta la edad de 79 años.
Es triste mencionar que en el mes donde fue cesanteada y vuelta a colocar en otra plaza el 30 de junio de 1900, veintiún días antes, el día 9, la madre de Martí había perdido a su hija mayor, con 46 años de edad, Leonor Petrona (La Chata) nacida en la calle Paula No.41, y quince días después, el 14 de julio, perdería con 33 años a María del Carmen (La Valenciana), pero ya el 9 de febrero del mismo año 1900, había muerto con 36 años, Antonia Bruna. Solo le quedaba viva de siete hijas, y un varón, Rita Amelia, la que moriría el 16 de noviembre de 1944, con 82 años. Continuará…/
Fuentes:
1.- Carta de Máximo Gómez a Estrada Palma, desde el Central Narcisa, el 9 de diciembre de 1898. Publicada en el Boletín del Archivo Nacional, La Habana, 1933, t. XXXII, p.96.
2.- EcuRed. https://www.ecured.cu/Leonor_P%C3%A9rez
3.- Revista Bohemia del 1º de febrero de 1953.
La pobreza de Leonor Pérez Cabrera, la madre de José Martí. (Parte I)
Continuará…/
Bibliografía:
1.- Cuba los primeros años de independencia. Dr. Rafael Martínez Ortiz. Primera parte. Tercera edición. 1920. Págs. 18 y 19
La Habana de Martí y sus barrios. El barrio de San Isidro.
Cuando este plano de La Habana se publicó en 1857, ya Martí no vivía en la casa con el No. 41 de la calle Paula, entre Ejido y Picota, quizás estuviera viajando, o viviendo en Valencia, España, pero ahí quedó el barrio bravo de San Isidro.
Como característica los barrios adoptaban generalmente los nombres de las iglesias y conventos. (ver el plano de la ciudad dentro de la muralla de La Habana, hoy Habana Vieja).
La primera división de la ciudad la hizo el capitán general en ese entonces Conde de Ricla, en su bando del 23 de septiembre de 1763, quedando dividida en cuatro Cuarteles, el primero desde la parte sur a la calle Acosta, el segundo comprendía la calle Acosta hasta la calle Amargura, el tercero desde aquí hasta la calle O`Reilly, y el cuarto al límite de la fortaleza La Punta.
En marzo de 1770, el también capitán general Antonio María de Bucarely, en conformidad de lo dispuesto en la Real Cédula del año anterior, publicó una modificación dividiendo la ciudad en dos cuarteles: Uno, el Cuartel de La Punta, y el otro, el Cuartel de Campeche. El primero estaba dividido en los barrios de Dragones, el del Ángel, el de la Estrella y el de Monserrate, en ese orden. Y el Cuartel de Campeche abarcaba los barrios de San Francisco, el de Santa Teresa, el de Paula y el de San Isidro.
Como dato curioso la gente de color llamaba al barrio del Ángel (donde bautizaron a Martí), cuando todavía era cenagoso, como barrio del Cangrejo, por la cantidad de crustáceos. Al barrio de San Agustín, lo llamaban el de la Pluma, (por la pluma de este sabio doctor); al barrio de la Merced, le decían de Campeche, por la cantidad de indios que venían de allá. El barrio del Cristo lo conocían como la Legía por corruptela de la palabra Ejido, además porque en esta iglesia comenzaba el ejido de la ciudad. Al barrio de Monserrate, lo apodaban“ los Doce pares de Francia” (alusivo a los Paladines, del ejército de Carlomagno), el barrio de Santo Domingo, era conocido por el de la Estrella, el de San Juan de Dios como la Granada y a la parte oeste de Belén lo nombraban Curazao.
Eran tantas las riñas y pendencias colectivas entre los barrios, que las patrullas y las rondas las manejaban los alcaldes y regidores, a quienes les faltaba el tiempo. El barrio de Campeche (Belén) se peleaba con el de la Legía (Santo Cristo): el del Cangrejo (el Ángel) se las había nada menos con los Doce Pares de Francia (el Monserrate). La Pluma (San Agustín), las Llagas (San Francisco) y la Estrella (Santo Domingo) eran menos belicosos en cuadrilla, pero más pecadores en cuanto a profesiones, pues por allí comenzó y se ejercitaba el comercio del palo de Campeche para con su agua colorante, color sangre, aumentar el vino.
Los barrios de la Habana Vieja, aún en la actualidad son barrios bravos.
Fuentes:
1.- Plano de La Habana del año 1857.
1.- Diccionario geográfico, estadístico, histórico, de la Isla de Cuba. Jacobo de la Pezuela. Tomo tercero. Año 1863. Pág. 378.
2.- Lo que fuimos y lo que somos. José María de la Torre. Habana. 1857. Págs. 45 – 51.
A la casa de Martí le cambiaron la identidad. (Parte II)
A la casa de Martí le cambiaron la identidad. (Parte II)
No solo al Hotel Martí, edificio de varias plantas, le aumentaron la letra “n” para terminar llamándose Martín, sino que el Historiador de La Habana Emilio Roig de Leuchsenring le “recordaba” al doctor José López Isa, Director General de Cultura del Ministerio de Educación, del gobierno de Batista, cumpliera “su palabra” cuando declaró en la sesión celebrada por la Junta del Patronato el día 4 de enero de 1953, que, "después del 28 se acometería la expropiación de algunos de los edificios colindantes con la casa de Martí". Tal parece que esta exigencia no fue cumplida, hasta el advenimiento de Fidel Castro, para en nombre del Apóstol, intervenir esos, y todos los comercios privados de la isla de Cuba, eliminando hasta el último carrito sandwichero. (1)
La pila bautismal donde se bautizó a Martí nunca regresó a la iglesia del Ángel. Hay que tener en cuenta que el Historiador de la Ciudad, era un ateo aguerrido en contra de la iglesia católica.
Siempre nos enseñaron que la casa de Martí, estaba en la calle Paula, pero muy pocas veces mencionaban las entrecalles Ejido y Picota. Quizás la Liga de la Decencia trató de obviar el triste motivo de esa calle, “que en el ángulo con la de Jesús María se colocaba la picota, una columna de piedra o de fábrica, donde ataban y azotaban a los reos sentenciados, y públicamente exponían las cabezas de los ajusticiados”, y que luego la pasaron a la Plaza Vieja donde estuvo hasta 1836.
Mariano Martí y su cuñado, cuando rentaron la casa de la calle Paula debían conocer el nivel de prostitución en los barrios de La Habana (Intramuros), y fundamentalmente en el barrio de San Isidro, porque precisamente frente al Cuartel de Artillería de Montaña, estaba el edificio de la Casa de Recogidas de mujeres blancas, negras y mulatas, San Juan Nepomuceno, construido sobre solares de la huerta del antiguo Convento de San Isidro.
Muchos años más tarde en el barrio de San Isidro nacería y moriría el proxeneta Alberto Yarini Ponce de León.
Fuentes:
1.- Veinte años de actividades del historiador de la Ciudad de La Habana Emilio Roig de Leuchsenring. 1935 – 1955. Volumen V. 1955. Págs. 74 y 75
2.- Diccionario geográfico, estadístico, histórico, de la Isla de Cuba. Jacobo de la Pezuela. Tomo tercero. Págs. 173 y 174.
3.- Lo que fuimos y lo que somos. José María de la Torre. Habana. 1857.
A la casa de Martí le cambiaron la identidad. (Parte I)
Esta, y no otra es la verdadera casa, la primera en tener el No. 41 de la calle Paula, ubicada en el barrio de San Isidro, donde vivió Martí sus primeros tres años. En esta casa nacieron, dos de sus siete hermanas: Leonor Petrona, conocida como La Chata, el 29 de julio de 1854, y Mariana Matilde, Ana, que nació el 8 de junio de 1856, y en julio de ese mismo año, la familia se mudó, y Martí nunca más volvería a vivirla.
En 1841 la Orden de los Dominicos fue privada de la posesión de sus bienes, incluida la edificación del Convento de Santo Domingo y unas cuatro casas, entre las que se encontraba la de Martí, como parte del cobro de contribuciones no efectuadas a la Real Hacienda de la Isla de Cuba.
Un año después dicha casa fue traspasada a la Junta de la Moneda y puesta en subasta, resultando propietario el español residente don Sebastián Bonnay, quien, en 1848, por compraventa, la traspasó a su paisano don Juan Matías Cabezas.
La casa fue alquilada mediante pago mensual y adelantado de quince duros oro, a los señores don Mariano de Todos los Santos Martí y Navarro, Sargento Primero del Cuerpo de Artillería de la Real Fortaleza de La Cabaña; y al Primer Teniente de Artillería de la Real Fortaleza de La Cabaña, Juan Martín y Navarro.
Fuente:
1.- Arquitectura. Revista mensual. Órgano oficial del Colegio Nacional de Arquitectos. Julio 1941. Año IX. NUM.96. La Habana – Cuba.
2.- Revista Bohemia 24 de enero de 1926, Págs. 4-5.
3.- Revista Bohemia 1º de febrero de 1953.
La Pila bautismal del Apóstol Martí y el Padre Varela.
¿Por qué la Pila en que Martí y Varela recibieron el agua bautismal se encuentra en el Aula Magna del antiguo Seminario de San Carlos, hoy Centro Cultural Padre Félix Varela? ¿por qué no está, en la iglesia del Santo Ángel Custodio?
A continuación, por su importancia comparto las partidas bautismales de José Martí y Félix Varela, publicadas en la Revista de Avance, correspondiente al 2 de octubre de 1943.
EL APOSTOL MARTI.
Hace muchos años se suscitaron distintas discusiones entre conocidos historiadores, por dilucidar el lugar de nacimiento del Apóstol de nuestras libertades José Martí. El doctor Arturo R. de Carricarte, en brillante informe elevado a la Academia de la Historia, dejó perfectamente aclarado el lugar. Más tarde, el mismo Carricarte, uno de nuestros más fervorosos martianos, dio a conocer, precisamente el primer número de la “Revista Martiana”, publicada en el año 1921, el texto de la Partida bautismal del Apóstol, que consta en el Libro 18 de Bautismos de Blancos, folio 61, vuelta, año de 1853, cuyo facsímil reproducimos por cortesía del mismo Carricarte, y que dice así:
Sábado 12 de febrero de 1853 años: Yo, Presbítero Don Tomás Sala y Figuerela (¿?), Capellán por S. M. del Regimiento del Real Cuerpo de Artillería de esta plaza de la Habana. En la iglesia del Santo Ángel Custodio de la misma bauticé solemnemente a un niño que nació el 28 de enero del presente año, hijo de Don Mariano Martí, Sargento primero del Real Cuerpo de Artillería, natural de Valencia y de Doña Leonor Pérez, natural de la Isla de Santa Cruz de Tenerife, una de las Canarias. Abuelos Paternos: Don Vicente Martí y Doña Manuela Navarro. Maternos: Don Antonio Pérez y Doña Rita Cabrera: en dicho niño ejercí las Sacras Ceremonias y Preces y le puse por nombre JOSÉ JULIÁN MARTÍ. Fueron sus padrinos: José María Vázquez y Doña Marcelina Aguirre, a los que advertí el parentesco espiritual y demás obligaciones que contrajeron y lo firmé. Tomás Sala, Rubricado. L. Viamon Moneda. Rubricado.
LA DEL PADRE VARELA.
LIBRO SEXTO DE BAUTISMOS DE BLANCOS. FOLIO 203. NUMERO 866. Jueves veinte y siete de noviembre de mil setecientos ochenta y ocho años. Yo F. (Fraile) Miguel Hernández, de la Orden de Predicadores, Capellán del Regimiento fijo en esta Plaza, bauticé y puse los Santos Oleos a un niño que nació el veinte de noviembre próximo pasado, hijo legítimo de D. Francisco Varela, teniente del mismo Regimiento, natural de la Villa de Tordecillas, en el Reino de Castilla La Vieja, y de doña María Josefa Morales, natural de la Ciudad de Cuba: Y en dicho niño ejercí las Sacras Ceremonias y Preces, en esta Iglesia del Sto. Ángel y le puse por nombre: FELIX FRANCISCO JOSE MARIA DE LA CONCEPCION. Fueron sus padrinos el teniente coronel don Bartolomé Morales, capitán del mismo Regimiento fijo, y doña Rita Josefa Morales, a quienes advertí el parentesco espiritual que contrajeron y lo firmo, con el teniente de Cura que estuvo presente. Fr. Miguel Hernández (Rubricado). Br. José Domingo Sánchez y Fleites. (Rubricado).
¿Qué pudo motivar a don Mariano, elegir la casa con el No 41 de la calle Paula?
Pocos se preguntan que pudo motivar a los militares del Cuerpo de Artillería de la Real Fortaleza de La Cabaña, al sargento Mariano Martí y Navarro, y a su concuño, el teniente Juan Martín Rodríguez, buscar una casa por el barrio de San Isidro u otro aledaño.
El residente español Don Juan Matías Cabezas les alquiló la casa de la calle Paula 41 al sargento primero del Cuerpo de Artillería de la Real Fortaleza de La Cabaña, Mariano de Todos los Santos Martí y Navarro, y a Leonor Antonia de la Concepción Micaela Pérez y Cabrera, padres de José Martí, quienes ocuparon la planta alta del inmueble, y al teniente de Artillería de la Real Fortaleza de La Cabaña Juan Martín Rodríguez, casado con Rita Pérez y Cabrera, hermana de Leonor, quienes ocuparon el área mayor en la planta baja.
Si observamos detenidamente el plano publicado en 1853 por José María de la Torre, el mismo año del nacimiento del apóstol, descubrimos que a escasa una cuadra se encontraba el Cuartel de Artillería y Montaña, muy probablemente donde fueron destacados ambos oficiales, situado en el antiguo Convento de San Isidro, calle Compostela, acera del oeste, y que para mayor coincidencia, el 23 de septiembre de 1944 en el mismo lugar se construyó la nueva sede del Archivo Nacional de Cuba inaugurado por el presidente Fulgencio Batista, el Dr. Emeterio Santovenia, presidente de la Academia de Historia de Cuba, y el capitán del Ejército Libertador y jefe del Archivo, Joaquín Llaverías, el mismo académico que encabezara la Comisión para determinar el lugar de nacimiento del más universal de los cubanos.
Bibliografía.
1.- Revista Bohemia, 1 de febrero de 1953.
2.- Arquitectura. Revista mensual. Órgano oficial del Colegio Nacional de Arquitectos. Julio 1941. Año IX. NUM.96. La Habana – Cuba.
https://bibliotecavirtual.defensa.gob.es/.../registro.do...
lunes, 7 de febrero de 2022
El mejor homenaje al Apóstol, cuando nuestra moneda estaba a la par del dólar americano.
El Dr. Joaquín Martínez Sáenz presidente del Banco Nacional de Cuba durante el gobierno del general Fulgencio Batista, encargó al Dr. Esteban Valderrama, diseñar cuatro modelos para monedas metálicas de un peso, de cincuenta, de veinticinco, y de un centavo, para ser acuñadas en plata, como homenaje al centenario del natalicio del Apóstol José Martí, en 1953. En una entrevista al Dr. Valderrama aparecida en la revista Bohemia del 1º de febrero de 1953. “Tengo entendido que el emblema del triángulo de nuestra bandera con la estrella de cinco puntas, al dorso de la de un centavo, fue ideada por el propio General Batista, dibujada por mí en la forma que se podrá ver”. No hay mejor tributo al más universal de los cubanos, en los momentos en que nuestra moneda cotizaba a la par del dólar americano.